Ministro de Agricultura descarta “crisis de suministro” debido a emergencia agrícola entre Valparaíso y Biobío

Han subido la acelga, la lechuga y el repollo. Un corte del suministro, unos problemas de logística son las explicaciones que Esteban Valenzuela, ministro de Agricultura, esbozó en primera instancia la mañana de este miércoles en ADN Hoy. Los motivos de esas interrupciones son, a estas alturas, evidentes: el sistema frontal que afectó a la zona centro y sur de Chile. Profundizó después el secretario de Estado:

“Como se ha explicado, en esta época es muy importante del norte para surtir de verdura fresca y tomate. El tomate se duplica en el precio, en torno a $1.200, porque Arica produce mucho tomate; también hay lechuga en Tarapacá. Pero en Coquimbo existe un verdadero clúster, un encadenamiento de empresas productivas de invierno para la zona central. Eso llega a Lo Valledor”.

La Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) descartó que exista un alza de precios, apuntando a la ecuación angular del mercado: oferta y demanda. Pero Valenzuela planteó una duda: “Tuvimos un matiz con Antonio Walker (presidente de la SNA): algún nivel de afectación es evidente que va a ocurrir. Por ejemplo, en el Maule, la zona de Isla de Maipo y parte de Lampa, parte de los cultivos que se perdieron eran repollo, coliflor, (alimento) bastante de invierno. Algunos de estos productos van a tener un alza moderada”.

En la misma línea de los ejemplos, el ministro recordó el caso de la lechuga: antes del temporal, estaba a $4.000 la caja. “El mercado tiene sus ajustes. A eso se suma lo que informan los feriantes. Creemos que es difícil que exista una colusión cuando los actores son muy plurales y hay una cadena bastante transparente”, acotó.

Otra de las afectaciones ha sido la alimentación para animales, la pérdida de estos y la preparación para la primavera: sis sembrados y cultivos. El efecto en las sandías, por ejemplo, se verá en noviembre. “Ahora, la afectación es relevante en estas regiones en las que ha habido estas torrentadas, pero la agricultura es bien diversa y no vamos a estar en una crisis de suministro en ningún caso”, advirtió.

Otra de las costumbres de los productores es guardar frutas y verduras, haciéndolas llegar escalonadamente a los mercados: “Hay algunas cosechas que terminaron hace 25 días, además de las cosechas perdidas”.

¿Cómo, entonces, el Estado controla el mercado? “Hay varias razones para controlarlo: tenemos mucho intercambio. Recordemos la plata, que no se disparó el precio en verano, más allá de los $4.000, es palta que se importa desde Perú. Luego, tenemos las ayudas tempranas del ministerio de Agricultura, que es una red: Indap está encima de los agricultores, del área campesina productiva. Rápidamente, compra: en Ñuble se entrega alimento para animales, con foco en gallina y ganado, y reponiendo invernadero, y el sector agrícola es muy trabajado. Es resiliente. Como es 90% informal, se vive de la producción. Aquí no está como en Europa, donde la carga fiscal es del 36%; aquí es de 22%”, cerró, no sin antes enumerar el programa “Siembra por Chile”, con créditos con 0% de interés; o la condonación de intereses.

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