Guillermo López profundizó sobre la afección de los virus y el escenario que se vive principalmente en la zona sur del país.
Guillermo López Santibáñez, presidente del Colegio Médico regional de Puerto Montt, conversó con La Prueba de ADN sobre el aumento de enfermedades respiratorias en la región.
Una vez más, como en cada temporada de invierno (y sus meses previos), hay preocupación por cómo los virus respiratorios que afectan a la población y principalmente a los menores.
En lo que respecta a los contagios en la región de Los Lagos y la zona sur del país, el invitado indicó que si bien “ha ido aumentando (…) estamos bastante controlados dentro de la gravedad“.
Bajo la misma línea, aseguró que hay “medidas implementándose para ir enfrentando esta situación. Se están reconvirtiendo salas de pediatría con equipamiento y personal como para solucionarlo”.
López también destacó que “todavía no llegamos a un estado crítico“, teniendo en cuenta el escenario de los años pasados ante los contagios de VRS (virus respiratorio sincicial).
Asimismo, aclaró que en la zona hay mayor presencia de “otros virus”, asegurando que “tenemos menos VRS”. Sin embargo, mencionó que esto preocupa a los pediatras “porque está opacado por los otros” y con la probabilidad de que tenga un mayor repunte en el futuro, sumándose a los demás virus presentes.
Recomendaciones ante la enfermedad
El representante del Colegio Médico profundizó sobre la forma recomendada de actuar ante la eventual presencia de algún virus, haciendo hincapié en el comportamiento de las enfermedades respiratorias.
“Las recomendaciones de siempre es que, cuando el niño está con fiebre, pero no tan alta, como el clásico resfrío, con un poco de secreción natal, un poco de tos seca, no llevarlos” a centros asistenciales, mencionó.
“En estas condiciones, van a ir a un lugar donde hay niños enfermos. La posibilidad de que se contagien, se compliquen y se enfermen de cosas graves es mayor”, complementó.
Síntomas inequívocos
Por otra parte, Guillermo López también abordó cuáles son algunas señales de enfermedad que sí deben ser analizadas por especialistas y prestarle atención.
“Fiebre de más de 38°, que no quiera comer, que esté con labios morados y con algún grado de retracción en las costillas; a los niños chicos se les nota más, porque se les hunde la guata y se notan las costurillas con dificultad respiratoria y poco activas”, detalló.
Respecto a los lactantes y niños más pequeños, pacientes en los que existe mayor preocupación, López indicó que es “un problema complejo” debido a cómo reaccionan los padres ante ciertos síntomas y las decisiones que toman.
De todas formas, puntualizó en la importancia de la “estabilidad” de los padres o cuidados y “esperar a que tenga fiebre” para llevarlo a centros médicos, ya que es preferible evitar un empeoramiento por otros contagios.