Carabineros de Chile incautó una enorme cantidad de droga en el Persa Biobío, que habría sido ingresada al país con la intención de ser comercializada de manera ilegal. Avaluada en más de 4 mil millones de pesos, los funcionarios recuperaron marihuana creepy, LSD, éxtasis, cocaína, pasta base, clonazepan y efedrina, entre otros.
Pero el principal descubrimiento de la policía fueron las dosis de brolamfetamina DOB, una especie de anfetamina comercializada en formato de gomita azucarada inyectada con este alucinógeno.
En total se encontraron 425 gomitas junto con 5 frascos de vidrio que contenían más dosis de esta sustancia, que en Argentina se le conoce como «la droga del miedo».
Conocida como DOB en Estados Unidos, esta droga es un psicodélico que pertenece a la familia de las anfetaminas. Fue sintetizada por primera vez en los años 60, pero no se publicaron los resultados de su investigación hasta 1971.
En el mundo es utilizada como una droga de uso recreacional por sus efectos psicodélicos, por los que se compara con el LSD y por su respuesta estimulante se asocia a la cocaína.
Esta «produce un aumento de la liberación de adrenalina a nivel de las terminaciones nerviosas, inhibiendo la recaptación del neurotransmisor», explicó a LUN la toxicóloga Laura Börgel.
La brolamfetamina podría producir manifestaciones psicodélicas, euforia, alucinaciones, aumento de la energía, sensación de alerta, una sensación de claridad mental y un aumento en la percepción de las emociones, sociabilidad o empatía.
Pero también puede producir náuseas, vómitos, contracciones musculares, problemas para orinar, diarrea, paranoia y ansiedad, lo que explicaría su particular sobrenombre.
«Cuando tienes miedo, liberas adrenalina como un mecanismo de defensa para que no te quedes paralizado y puedas reaccionar», explicó Börgel al diario nacional.